Por: Nilton López

A 45 días de la nueva (¿vieja?) gestión, como de costumbre, volvimos a escuchar que se construirán nuevas ciclovías. Cuando escuché tal promesa, recordé los 200 km de ciclovías que se prometieron en la anterior gestión. 

El clásico “haremos ciclovías” tiene a muchos ciclistas entusiasmados y a la vez escépticos, porque nos sentimos como en una sala de emergencias pensando en lo mejor pero preparados para lo peor.

Ciclovías de Lima 

Hasta septiembre del 2013, en Lima y Callao existían 62 rutas de ciclovías con un total de 126.61 km de longitud. De estas, 53 rutas, 110.56 km se encuentran en Lima Metropolitana. La ciclovía de mayor longitud es la de la Av. Universitaria con 13.95 km, pasa por los distritos de Comas, Los Olivos, San Martín, Cercado de Lima, San Miguel y Pueblo Libre. Por otro lado, existen también muchas ciclovías de menos de 1 km, lo que evidencia la ausencia de una red conectada de ciclovías en la ciudad. Lamentablemente, no se ha construido ningún nuevo kilómetro de ciclovía exclusiva para ir en bicicleta, a pesar que la anterior gestión municipal se comprometió ampliar su recorrido en 200 km. Más información al respecto en “Evaluando la gestión en Lima al 2013" - Lima Cómo Vamos.

En dicho periodo se perdió una ciclovía de la Av. José Leal en Lince (N° 20 de esta lista) ni la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) ni el Proyecto Especial Metropolitano de Transporte No Motorizado (PEMTNM) asumieron su compromiso. Ciclovía del 2009 que desaparece en menos de 4 años de realizada. Esto sin contar el pésimo estado de las ciclorutas que hasta hoy subsisten. 

Hoy en día el diseño, la fiscalización del correcto uso y el mantenimiento es inexistente en estos caminos saludables para la ciudad.

Tenemos ciclovías de todo tipo: bidireccionales, unidireccionales, centrales, laterales, de uso compartido (peatón/ciclista – ciclista/auto), aisladas, conectadas, inconclusas, pintadas, con y sin señales y sobre todo invadidas. Debemos dejar en claro que las ciclovías no son la solución para que todos nos movamos en bicicleta, ellas dan soporte a los grupos más vulnerables (como niños, mujeres y adultos mayores). Lo que necesita Lima es un transporte público de calidad, tranquilizar el tránsito, desincentivar el uso del auto privado y dar beneficios al transporte no motorizado como la bicicleta. Con ello se podrá compartir la vía, que a todos nos pertenece con los mismos derechos y obligaciones, y mejorar la calidad de vida de nuestra ciudad. 

¿Qué esperamos de la actual gestión? 

Responsabilidad. No es tan difícil, ¿verdad? Cerca del 80% de viajes que realiza una persona son menores a 5km, que en promedio se pueden recorrer en bicicleta en 30 minutos. Entonces es posible y necesario hacer un cambio hacia la bicicleta. Y sí, se necesitan más ciclovías, sin embargo, más importante es hacer una buena gestión del espacio público. 

¿Cómo se logra una buena gestión del espacio público? Dando beneficios a los usuarios más vulnerables como peatones, ciclistas, patinadores, etc. 

Técnica. Un perfil adecuado para el mantenimiento, implementación y desarrollo de ciclovías. La MML publicó el mantenimiento completo de todas las ciclovías de Lima. Para los especialistas de Lima No Motorizado pintar de amarillo y verde es un mantenimiento completo. Se deja de lado reparación de huecos, desniveles, señalética y demás elementos que hacen que una vía sea utilizable y respetada. Para muestra basta un botón: vayan en bici por la Av. Universitaria desde la Av. Argentina en dirección a la Av. Angélica Gamarra y viceversa.

Espacio. Distancias adecuadas para circular. Tomamos este aporte del blog "Bicicletas, ciudades, viajes..." que nos ilustra con claridad el espacio que se debe considerar al momento de hacer una ciclovía.

Señalética. Importantísimo para que se use el espacio adecuadamente y se pueda regular la dinámica en ella. Actualmente tenemos ciclovías invadidas por personas caminando o esperando transporte, quioscos ambulantes, autos estacionados, desmonte, etc.

Seguridad. El 70% de los accidentes se dan en las intersecciones, esto es debido a que el ángulo de visión de los autos de gran volumen (camiones y similares) tienen un punto ciego. Por ello se debe realizar señalizar, tratar y gestionar todas las intersecciones, para reducir la velocidad y los giros, dar preferencia a los grupos más vulnerables y eliminar los accidentes fatales.

Fiscalización. La impunidad reinante genera que la mayoría se crea con más derechos que otros en las vías. Empresas estacionan sus vehículos, bloquean los accesos y hasta se apoderan del espacio cercándolo como si el espacio público les perteneciera. Así tenemos el caso de la Av. Argentina, desde la calle Ricardo Herrera hasta Monsefú, está enrejada y debes irte a la pista porque una empresa tiene sus autos estacionados. ¿Qué podemos esperar de las demás ciclovías de la periferia si en el mismo Cercado no se hace nada para proteger el derecho de los ciclistas?

Estacionamiento. Poder parquear la bicicleta de manera adecuada (internamente y/o externamente) es vital para los ciclistas. Un buen estacionamiento debe comprender seguridad, visibilidad, acceso y accesibilidad y sobre todo puntos de sujeción adecuados. La “U” invertida es la más sencilla y segura por contar con 3 puntos de anclaje, además están las que sujetan una sola rueda únicamente para estacionamientos internos y vigilados.

Política. Cambiar es la prioridad de la ciudad. Se sigue hablando de la necesidad de más pistas, puentes, bypass, etc. Ello sumado a la falta de estacionamientos y eso sólo nos llevará a “Cybertron” y aunque muchos deseamos conocer a Optimus Prime, nadie desea abrir su ventana y ver una pared enorme al costado de un puente como en el cruce de la Av. Perú con Av. Universitaria. Dividir distritos como pasa en Barranco; poner un puente en la Venezuela con 8 carriles que terminan o inician en una vía de 2 carriles; o tener ciclovías inconexas como en la Av. Arequipa no es funcional.

Promoción. La Ley 29593 publicada el 8 de octubre del 2010 en el Boletín de Normas Legales del diario oficial El Peruano declara el día 22 de setiembre de todos los años como Día Nacional sin Auto. Con el objetivo de dar cumplimiento a esta norma se establece que el Estado promueva y difunda el uso de la bicicleta, y provea las condiciones de seguridad vial y ciudadana para el uso de este medio de transporte. Además, el Estado tiene el deber de informar anualmente a la ciudadanía sobre la aplicación de esta ley.

Asimismo, los gobiernos locales deben promover el uso de la bicicleta en sus planes directores de transporte y en sus planes de ordenamiento territorial de las grandes áreas metropolitanas, así como en los programas de salud de su competencia.

Esta ley se promovió gracias a la participación de diversos actores encabezados por el FONAM con el apoyo de la MML y MPC (gobiernos locales) y Cicloaxion. La intervención de todos ellos, generó movilizaciones desde el 2008 hasta el 2010. Además, Cicloaxion tuvo acceso para exponer en el Hemiciclo del Congreso y en los comités de transporte, apoyado por aliados como la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El ciclismo tiene una gran ventaja en Lima, sin la lluvia de otras ciudades o desniveles como nuestros vecinos de Colombia, Ecuador, Chile; las condiciones son muy óptimas para que todos usen bicicleta. Sin embargo, tenemos autoridades que siguen el modelo planteado hace 40 años. Personalmente, estoy cansado de ir a algún lugar y que me digan está prohibido el ingreso de la bicicleta, no te brindan facilidades o peor aún son irrespetuosos. No señores, basta de ciclovías mal hechas, sin el espacio y señalética adecuada, basta de ciclovías en veredas por no querer quitarle espacio al rey auto y prefieren enfrentarnos a los peatones. Basta de promesas demagógicas. Tomemos acción, está comprobado que organizados podemos hasta tumbar leyes que sólo benefician a pequeños grupos. ¡SIN HUMO Y SIN MOTOR EN BICI ESTOY MEJOR!